Ha nacido Mauro, mi sobrino. Estoy feliz. Hemos seguido casi en directo las horas de dilatación. Lástima de kilómetros que nos separan.
Llamo por teléfono a Emilio. cuando descuelga el móvil tiene a Mauro sobre su pecho, piel con piel. Mauro duerme. Tiene los ojos muy bonitos, me dice Emilio, aunque apenas se los he visto. Y me sigue contando emocionado: Tiene uñas. Los pies, muy grandes. Poco pelo. ¡Y no llora!
¿A qué huele?, le pregunto a mi hermano. “A niño”, oigo decir a Oli que está junto a Emilio.
Mauro ha pesado 2 kilos 400 gramos. Y mamá Oli también está feliz.
¿A qué huele?, le pregunto a mi hermano. “A niño”, oigo decir a Oli que está junto a Emilio.
Mauro ha pesado 2 kilos 400 gramos. Y mamá Oli también está feliz.
¡¡¡Felicidades, papi!!!, le dice Enrique, Mauro ya está de marcha por Madrid.
2 comentarios:
Felicidades! Qué alegría más grande recibir a una nueva criatura en la familia!
Has hecho la misma pregunta que suelo hacer yo: ¿a qué huele? A la gente le sorprende, casi nadie sabe qué decir... como cuando comes algo desconocido, muy rico y no consigues reconocer los ingredientes...
Besitos, y felicidades de nuevo!
mas majo el chiquitin...
muchas gracias Bea
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