lunes, 31 de enero de 2011

Fallo del II Concurso Cuento en Corto

El vídeo ‘La Teoría del Bang–Bang’, del narrador de Medellín (Colombia) Mauro Franco ha ganado la segunda edición del certamen internacional ‘Cuento en corto’. En poco más de dos minutos, Franco enlaza los modelos de narración tradiciones con formas contemporáneas de reescritura de textos y narraciones cinematográficas, creando una historia de sucesiones temporales, de respuestas a situaciones de violencia, resuelta con una metáfora moderna que se enfrenta a la injusticia.  ‘Cuento en corto’ es una iniciativa de la Red Internacional de Cuentacuentos y Escuela de Escritores con el objetivo de convertir las nuevas tecnologías en un aliado de la tradición oral.




A esta segunda edición del certamen se presentaron 225 vídeos de narradores orales de Europa y Latinoamérica (con una destacada participación de cuentacuentos españoles, colombianos y argentinos). El Jurado realizó una primera selección de once vídeos finalistas entre los que se eligió al ganador. Estos vídeos pueden verse en la página web del concurso: http://www.cuentoencorto.com/

Para la concesión del premio, el jurado valoró la puesta en escena, la calidad literaria, la expresividad gestual, las inflexiones de la voz y la creatividad e innovación en el arte de narrar utilizadas, así como la innovación de los recursos técnicos de la cámara de vídeo y el montaje.  

Finalmente, el narrador de Medellín y afincado en Bogotá, Mauro Franco, resultó ganador por su pieza ‘Teoría del Bang – Bang’ de la que el Jurado destacó que “enlaza los modelos de narración tradiciones acumulativas y de retahílas, tan frecuentes en los cuentos para niños muy pequeños, con las formas contemporáneas de reescritura de textos y narraciones cinematográficas, creando al fin una historia de sucesiones temporales, de respuestas a situaciones de violencia impuesta, que se resuelve con una excelente metáfora moderna que se enfrenta a la injusticia”.

Los miembros del Jurado –compuesto por profesores de Escuela de Escritores y los coordinadores y miembros de la Red Internacional de Cuentacuentos– concedieron una mención especial por su alta calidad al vídeo-cuento finalista ‘El hombre caimán’, del también colombiano Fernando Cárdenas, afincado en Buenos Aires.





Los otros nueve vídeos finalistas son de los narradores:


  • MIiguel Ángel Tenorio (México) Vídeo Debajo del uniforme.
  • Maria Inês Mendonça (Brasil) Vídeo El Mono y la Vieja.
  • Alexis Herrera (Guatemala) Vídeo Te cuento lo que soy.
  • Marissa Vallejo (México) Vídeo Amadís De Anís, Amadís Codorniz.Texto de Francisco Hinojosa)
  • Maria Lucia Miranda Miranda (Brasil) Vídeo Quien va a ayudar al lobo malo. Texto de Walther Moreira Santos Moreira Santos).
  • Carlos Maps (Vilaltella) (Argentina) Vídeo Pequeño fantasma.
  • Inés Grimland (Argentina) Vídeo Gauchadas y Mitzves. Texto de Isaías Leo Kremer
  • Giselle Rataus (Argentina) Vídeo Esperáme. Te Espero. 
  • Iván Arguedas Pérez (España) Vídeo El Tomate. Texto de Eva Mª Sánchez Córcoles



Convertir las nuevas tecnologías en un aliado de la tradición oral es el objetivo del certamen ‘Cuento en corto’, el primer concurso de cuentos organizado a través del sistema de distribución de vídeos en Internet Youtube.com. ‘Cuento en corto’ emplaza a escritores y narradores orales de todo el mundo a escribir, representar y grabar cuentos de temática libre y con una duración que no exceda los cinco minutos de metraje.

Esta iniciativa parte de Escuela de Escritores (http://www.escueladeescritores.com/) y de la Red Internacional de Cuentacuentos (http://www.cuentacuentos.eu/), una organización que agrupa a más de ochocientos narradores orales de 45 países distintos en los cinco continentes. “Contar cuentos pertenece al territorio mágico de la infancia, pero es una actividad que desencadena con mayor intensidad la creatividad, la imaginación, la comunicación y la interculturalidad”, explica uno de los fundadores de la Red Internacional de Cuentacuentos, el escritor madrileño Enrique Páez.

Páez, junto con otros trece narradores, fundó la Red Internacional de Cuentacuentos en septiembre de 2009 para “mantener viva la herencia de Sherezade –la protagonista de ‘Las mil y una noches’– en unos tiempos en los que la oralidad está siendo desplazada de las relaciones interpersonales por las nuevas tecnologías”. Escuela de Escritores, que colabora con la Red Internacional de Cuentacuentos desde su nacimiento, y que imparte clases de creación literaria a través de Internet desde hace doce años, recogió el guante de organizar un concurso en el que precisamente las nuevas tecnologías estuvieran al servicio de la tradición milenaria de contar cuentos.

sábado, 29 de enero de 2011

Modernos juglares invaden el Youtube

Noticia de Laura Albor del periódico La información.

Cientos de cuentacuentos compiten en el canal de vídeos para conseguir hacerse con el premio convocado por la Red Internacional de Cuentacuentos y la Escuela de Escritores.

Están por todas partes: se cuelan en los bares, por las calles, van a bibliotecas y acuden a los colegios para animar a los niños a leer. Son "guardianes de historias", directos herederos de la tradición oral de los juglares y de nuestros abuelos, personajes casi de leyenda, que sienten pasión por "contar".

Hoy estos modernos juglares se han colado también en internet gracias a un concurso organizado por la Red Internacional de Cuentacuentos y la Escuela de Escritores. "Pensamos que las nuevas tecnologías eran una buena plataforma para que la gente diera a conocer las historias o de la tradición oral o de escritores" asegura Beatriz Montero, coordinadora de la asociación internacional y añade "los cuentacuentos están comenzando a ver internet como un buen formato para contar sus historias".

De hecho, el reclamo ha conseguido un gran éxito ya que en su segunda edición el concurso titulado "Cuento en Corto" ha reunido más de 225 historias. La cantidad supone un incremento de casi el doble en relación a 2010. "Estamos muy contentos porque la gente ha respondido muy bien a la convocatoria y además ha aumentado la calidad con respecto al año pasado".

El ganador, que conseguirá 500 euros y un curso de un mes en la escuela de escritores, se dará a conocer mañana. Asimismo, se harán reconcomientos especiales para los mejores cuentos y cuentistas.

Son muchas las virtudes que ha de tener un buen narrador, poseer una buena técnica vocal, realizar movimientos expresivos, ser espontáneo, emotivo... pero sobre todo, ha de conseguir comunicar. Qué mejor ejemplo para ilustrar estas virtudes narrativas que las de Dan Yashinsky, cuentacuentos de origen canadiense que consiguió hacerse con el primer premio en el certamen del pasado año:



"A nivel profesional países como Canadá, Inglaterra, Alemania... nos llevan un poco de ventaja porque tanto en España, como en toda Sudamérica el cuentacuentos ha sido una figura comunitaria o familiar, siempre ha habido un abuelo que contaba cuentos, pero el hecho de tomárselo como oficio ha empezado un poco más tarde" explica Montero.

Sin embargo, desde hace unos 15 años en España se está produciendo un "renacimiento" del arte de narrar. De hecho, cada vez son más los que alcanzan un nivel profesional y consiguen vivir de este oficio. "Llevamos poco tiempo en comparación a otros países como Canadá que llevan 30 o 40 años dedicándose a esto. Hay que tener en cuenta que en los planes de estudios y de bibliotecas de esos países ya estaban incorporados planes de animación a la lectura cosa que en España no pasaba".

Este domingo conoceremos al mejor narrador de este año, y mientras esperamos el veredicto qué mejor entretenimiento que disfrutar de alguna de las historias participantes:

Pincha en este enlace para ver toda la noticia .

martes, 25 de enero de 2011

Casablanca

Existe un café Rick´s con mucho encanto en la ciudad de Casablanca cerca del mar, que no es el café que aparece en la película Casablanca del director Michael Curtiz. Ese café Rick´s tampoco existió en 1942, cuando se filmó la película. El mítico café Rick´s eran decorados de los estudios Warner Bros, donde se rodó casi toda la película.

En el café Rick´s no podía faltar el piano, que no es el piano donde tocaba Sam, papel interpretado por el batería Dooley Wilson que no sabía tocar el piano. Pero no importa, cuando el piano suena llega el recuerdo de la escena en la que Ilsa Lund (Ingrid Bergman) dice al pianista Sam: Play it, Sam. Play As time goes by (Tócala, Sam. Toca Como el tiempo pasa).

domingo, 23 de enero de 2011

Contando cuentos en Marruecos IV

Salimos de Rabat a las ocho de la mañana camino a Casablanca. Al pararnos en un semáforo veo a nueve personas sentadas al borde de la acera sujetando entre sus manos unas fotografías de un bebé, un joven, una mujer...

Le pregunto al chófer que está haciendo esa gente allí. Protestan, me dice. Ellos no hablan, ni alzan el brazo a gritos. No se puede saber qué dolor se esconde detrás de esas fotos. Cuando el coche arranca vuelvo la cara para seguir mirándoles por el cristal trasero, y ellos continuan como estatuas con sus fotografías entre las manos. No creo que consigan nada, tan solo la dignidad de protestar por algo que consideran injusto.

El coche se adentra en la autopista. Los carriles se van estrechando por las obras. Así que se conduce raro. Muchos coches van en la línea intermedia. Es decir, el coche está entre el carril lento y el rápido. Así que el que viene detrás no puede adelantar. Pero tienen sus códigos. Cuando un coche quiere a delantar a otro en la autopista, le pita. Y si es de noche le da las luces largas de forma intermitente, como aviso de que va a delantarle. Mercedes nos comentó que no se atreve a conducir por allí, aunque lo intentó. Se apuntó a una autoescuela para hacerse con la conducción de Rabat hasta que el profesor le enseñó que en las líneas continuas también se adelantaba.

Llegamos a Casablanca. Es una ciudad más grande e industrial. Huele a canela y mar.

sábado, 22 de enero de 2011

Contando cuentos en Marruecos III


Rabat tiene tranvía, muy moderno. Lleva funcionando desde hace poco. No hay señalización de las vías así que no se sabe por donde te va a venir, sobre todo en los cruces donde las raíles se interseccionan. Pero han encontrado una solución: hacen pitar el tranvía a su paso. Y aún así, me han contado que ya ha habido algún accidente. La gente camina por sus vías como por una zona peatonal.

Rabat es una ciudad con encanto, bonita. Tiene una extraña mezcla entre modernidad y pasado. Las terrazas de sillas de diseño se mezclan con los puestos callejeros de pan de pita hechos con una tabla de madera encima de dos neúmaticos. Los zapateros o los limpiabotas siguen siendo oficios valorizados. A mí me arreglaron la cremallera rota de mi bota por 1 euro en diez minutos. En Tenerife hubiera tenido que tirar la bota porque no se encuentran zapateros que lo arreglen.

viernes, 21 de enero de 2011

Contando cuentos en Marruecos II

Estoy en un café-tetería en la Medina de Rabat. Hace sol y huele a almendras. En el horno de leña que hay enfrente me he comprado una bolsa de galletas de almendras que no me cabe en el bolso por 40 céntimos de euro.

Estas galletas me recuerdan a mi bisabuela Luisa. Nosotros, los bisnietos, eramos los encargados de llevar galletas y pastas a la bisabuela en las tardes de verano. Y llegaban las galletas mordisqueadas por las esquinas.

Uno de los cuentos que he contado a los niños en Rabat, trataba de una liebre abuela que cuidaba a su nieto. Un niño marroquí que estaba en la primera fila me interrumpió el cuento diciéndome:"Pues yo cuido a mi abuela".

Luego me he enterado que en Marruecos los abuelos no cuidan a los nietos, sino que es la familia la que cuida a los abuelos. No sería mala idea envejecer en esta ciudad.

jueves, 20 de enero de 2011

Contando cuentos en Marruecos I


Los niños son niños en Marruecos, Mongolia, Nueva Zelanda o España. Les gustan los cuentos, disfrutan escuchando historias fantásticas, y para mí que soy una profesional en este campo esto me hace muy feliz.

Cuando hoy por la mañana he visto a los niños y niñas del Colegio Español de Rabat reír con las mismas historias con las que se retuercen de risa los peques en España me doy cuenta de que en la fantasía no existen fronteras, ni países. Poco importó que alguno pronunciase crocrodrilo, ni que otro no entendieran la palabra cascada. Lo importante es que dispararon la imaginación y querían leer más cuentos.

Me voy a la cama con una sonrisa.

miércoles, 19 de enero de 2011

Marruecos

En Maruecos las cinco principales ciudades pintan todas sus casas de un color, y Rabat es blanco.

El ritmo de la ciudad es tranquilo, y no persiguen al turista para venderle cosas. Está infectada de edificios militares y gubernamentales y gran parte de los extranjeros de la ciudad viven y trabajan allí en cargos diplomáticos. Por eso no atosigan al extranjero.

Ayer acompañé a Enrique al Instituto Cervantes donde iba a impartir un taller express de Escritura creativa, y a las puertas del edificio se escuchaba un coro de gente cantando y sonaba tan bien que me asomé pero no se les veía.

- Es una manifestación- me dijo el chico de seguridad en un español perfecto.

La gente se manifiesta cantando, y cantando bonito. Era un grupo de universitarios licenciados quejándose porque no encuentran trabajo. La tasa de paro es muy elevada y hace años que no se generan nuevos puestos de trabajo. El alquiler de una vivienda en el centro de Rabat puede costar entre 500€ a 800€, para hacerse una idea el sueldo de un profesor universitario ronda los 1100€ y eso es un sueldo increíble en Marruecos. La mujer de la limpieza dice que ella no puede comprar fruta porque está muy cara, y compruebo que es cierto. Que es más cara que en España. Bueno, me dice en un español torpe, naranjas buen precio.

En el Instituto Cervantes nos comentan que es costumbre llegar tarde hasta a los éxames y que si vienen más de diez personas se considerará un éxito el Taller de Enrique. Contra todo pronóstico la sala se llena de estudiantes universitarios de español. Un éxito.
Mañana continuo que ahora me toca amí contar cuentos a los niños y niñas en Rabat.

lunes, 10 de enero de 2011

Segunda edición




Mi libro "Los secretos del cuentacuentos" Ed. CCS, ya va por su segunda edición, en solo seis meses, y eso me hace muy feliz. Tengo que agradecérselo a todos los lectores y lectoras que aman los cuentos, y gracias también a todos aquellos que me habéis escrito e-mails dándome vuestras impresiones del libro. Mil gracias y besos.

miércoles, 5 de enero de 2011

Cómo hacer una reclamación a Telefónica MOVISTAR


Como hacer una reclamación a Telefónica/ Movistar en tres pasos.
Telefónica tiene un ejército de teleoperadores que hacen de muro de contención de quejas y reclamaciones de los clientes. Por lo que te aconsejo que sigas estos tres pasos:

1 Paso: llamar al 1004 Telefónica (ahora Movistar)

Presenta por teléfono la reclamación. El teleoperador tiene que darte un número de referencia asignado a tu reclamación. al que podrás hacer referencia cuando llames en ocasiones futuras. Porque llamarás. El 1004 no suele solucionar nada.
Enfádate, estás en tu derecho, pero no desesperes.

2 Paso: escribir una carta (te aconsejo que la envíes certificada) a:

SERVICIO DE DEFENSA DEL CLIENTE – TELEFÓNICA, S.A.
Gran Vía, 28
28013 Madrid

Una vez presentada una reclamación en la Compañía de Teléfono, esta tiene la obligación de contestar en un plazo de un Mes. Si esto tampoco te resuelve el problema, porque lo más probable es que Telefónica te responda con una carta modelo. El haber enviado esta carta sí que te ayudará en el paso 3 que sí que será más efectivo.

Es bueno que hagas una fotocopia de la carta que envías a Telefónica y de que lo envíes como carta certificada para que te puedas quedar con el resguardo que te da Correos. Ese resguardo acredita que has enviado esa carta. Esto te ayudará en el tercer paso.

3 Paso: escribir una carta al Ministerio de Industria.

Oficina de atención al Usuario de Telecomunicaciones
Ministerio de Industria.
C/ Capitán Haya, 41
28071- Madrid

(Teléfono: 901 336699)
Para presentar una reclamación ante la Oficina del Ministerio es preciso que hayas reclamado previamente a Telefónica (ahora Movistar).

Escribe en la carta:
- Tus datos personales: nombre, apellidos, DNI,
- Número de teléfono sobre el que realizas la reclamación.
- Compañía de telefonía: en este caso Telefónica- MOVISTAR.
- Motivo de tu reclamación.
- Número de la incidencia que te dio el teleoperador en el 1 paso.
- fecha del cargo indebido.
- fecha en al que realizaste la reclamación.
- Adjunta la copia de la carta enviada a Teléfónica (en el paso 2) así como una copia del resguardo que te dio Correos.

La Oficina del Ministerio tiene un plazo de seis meses para resolver la reclamación.

Más información visita la página del Ministerio de Industria, pincha aquí.

http://www.usuariosteleco.es/comoreclamar/Paginas/reclamaciones.aspx

Resultado: A nosotros los trámites nos ha durado algo más de un año, de mareos de cartas. Al final en la segunda carta que nos envió la oficina del Ministerio nos dio la razón y obligó a Telefónica a que realizase la devolución del importe de 180€, que ya ha sido ingresado en nuestra cuenta bancaria.

---------------------

Imaginemos el caso hipotético de que Telefónica "estafara" 1€ al mes a todos los usuarios.

Si Telefónica "estafara" una media de 1€ a cada cliente todos los meses (a nosotros nos ha "robado" 180€, Telefónica ha reconocido el error pero daba largas para devolvernos el dinero y le pasaba la pelota a la entidad bancaria).

Obviamente casi nadie se va a poner a reclamar 1€. Pero un 1€ x 54.000.000 (54 MILLONES de líneas operativas en España) sale la cantidad golosa de 54 millones de euros.

Ahora imaginemos que el ejército de Teleoperadores sea de unas 2.000 personas con salarios mínimos. Y que mantener este ejército les puede suponer un gasto global de 8.000.000 de euros al mes, con el alquiler del centro, mantenimiento, seguridad, salarios, pagas extras, seguridad social, sueldos de los jefes, comidas, extras. Según este cálculo a Telefónica se le quedaría un beneficio neto de 46.000.000 millones AL MES.

Así que desde esta perspectiva se podría entender porque a Telefónica le resbalan las reclamaciones.