Ha llegado el momento de perrear. No es que haya acabado de escribir el libro, qué va. Aún me queda, como dice Pedro, las coletillas, las correcciones, y un largo etc. Gracias a todos por los ánimos, se agradecen un montón.
Lo que sí acabé fue el taller de poesía para niños. Yoana, la bibliotecaria, nos hizo unas tarjetas identificativas tan chulas que la mía no me la quité hasta llegar a casa. Aquí os dejo un poema que hicieron los peques en el Taller:
El monstruo de la biblioteca
come mucha manteca
por eso le ha salido
cinco ojos y una peca.
Como decía, llegó el día del gran parón. Vacaciones. Hoy tomo un avión con super Enrique a República Dominciana durante una semana. Me espera mala vida:
Mojitos en la playa, música caribeña, días de sol, sin móvil, sin internet. Perreo, perreo.
Tengo miedo que en España no vuelva el verano. El año pasado hizo tanto frío que no me pude bañar en el mar. Así que voy cargada con ganas de sudar calor.
Hasta la vuelta.