martes, 26 de mayo de 2009

Conocí a Múriel


Estoy muy contenta de haber conocido a Múriel Villanueva, una tía estupenda. Que para colmo es la Sofía de mi libro Tengo 3 mamás. Y es que a veces los personajes toman vida, se independizan y salen del papel.

Ha sido en las jornadas literarias de Albarracín donde conocí a Múriel y casi caigo en éxtasis cuando descubro que ella es la protagonista de Tengo 3 mamás. "La Sofía del futuro", como ella dice. Múriel tiene 3 mamás como Sofía. Solo que Múriel tuvo peor suerte, porque cuando ella tuvo a sus 3 mamás, la sociedad española andaba embrutecida en el tema de la aceptación de otras familias. Hace veinte años a los niños se les enseñaba que madre solo había una. Bueno, si se contaba a la Virgen María, entonces eran dos. Pero madre, madre de esas a las que los niños gritaban "mamá" cuando les dolía un diente, decían que solo había una. Igual que repetían que España era una, grande y libre. Así que la familia de Muriel, hace veinte años, no existía. Oficialmente, Múriel tenía solo un padre y una madre, algo raros, pero nada más. Y mientras la sociedad cerraba los ojos a la familia de Múriel, ella les hacía pedorretas, a la sociedad me refiero. En el 2006 se publicó su libro "Madres, ¿Y si salimos del armario?" de la editorial Lumen.

Los personajes, a veces, se rebelan y toman vida. Y la vida de Múriel es aún más fantástica que mi ficción.

viernes, 15 de mayo de 2009

Cinco minutitos más

Foto de Garpie
De camino a casa, por la autopista, en la curva entre La Orotava y Santa Úrsula hay una casa amarilla con ocho balcones que dan al mar. Está rodeada de un jardín muy grande con una valla publicitaria baja al fondo. Lo curioso es que la valla no publicita nada, solo tiene una frase con letras negras sobre el fondo gris del metal. Se nota que es el propio dueño o dueña quien coloca cada semana una frase nueva.

La casa y el jardín dan al mar y a la autopista, como decía, y solo si se va conduciendo se puede ver la frase de la valla. A mí se me queda pegada en la mente como restos de caramelo rechupado y no dejo de darle vueltas a las palabras hasta que llego a casa. Ese debe ser el objetivo, digo yo, reflexionar en la frase. Y también pienso en la castaña que me voy a pegar con el coche por estar pendiente de leer la frasecita. La semana pasada fue: “Ya eres lo que siempre quisiste ser”. Y esta semana ha cambiado a: “Cinco minutitos maaas”.

Sí, sí, cinco minutitos más en la cama.
Cinco minutitos más. Que no me cierre la tienda, por favor.
Cinco minutitos más de sol, que esperen las nubes.
Cinco minutitos más de agua calieeente.
Cinco minutitos más para vaguear, ¿puede ser?
Cinco minutitos más para pintarme, ¡qué ya voooy!
Cinco minutitos más de batería en el portátil que estoy acabando de escribir...
Cinco minutitos más en el carril izquierdo.
"¡Ay, cinco minutitos más!”, me digo al llegar a casa.

viernes, 8 de mayo de 2009

Mi primer diccionario de Madrid

Acaba de salir editado “Mi primer diccionario de Madrid” de Chema Gómez de Lora y Miguel Tébar, al que me invitaron para escribir el capítulo de “Buenos urbanitas”. Desde aquí les doy las gracias por contar contigo y un ¡hurra! por un diccionario tan bonito.

En este enlace podéis ver lo chulo que ha quedado.

viernes, 1 de mayo de 2009

Acabó la semana del libro 2009

Acabó la semana del libro de abril, los viajes, las carreras con maleta, los caramelos de menta para la garganta, los cafés para despertar el cuerpo atontado, los nervios en los atascos.
El stress me regaló un herpes labial que me hace besar de lado y pintarme los morros con pomada blanca. Pero me quedo con los aplausos, el vitoreo de “otro, otro”, las risas de los niños, los abrazos espontáneos de los pequeñajos a mis piernas y sus besos dulces con mocos.
Gracias por su confianza y apoyo a los bibliotecarios, profesores, alumnos y peques de:

Biblioteca Pública Santa Bárbara, Toledo
Biblioteca Pública Central de Toledo
Biblioteca Pública Tomás y Valiente de Fuenlabrada, Madrid
Colegio Público Ángel del Alcázar, Toledo
Colegio Público Ciudad de Aquisgrán , Toledo
Colegio Público Vera de Erques, Guía de Isora -Tenerife.
Colegio Público Chirche, Guía de Isora -Tenerife.
Colegio Público Montaña Tejina, Guía de Isora -Tenerife.
Colegio Público Chigora, Guía de Isora-Tenerife.
Colegio Público La Era, Guía de Isora- Tenerife.
Colegio Público Villa Ascensión, Santa Cruz de Tenerife.
Colegio Público Saulo Torón, Telde -Las Palmas de Gran Canaria.

Y gracias también a la Biblioteca Pública del Puerto de la Cruz de Tenerife por esos dos regalos, la bolsa de tela en la que llevaré a mis muñecos y el libro de rutas de Tenerife con los que me daré paseítos por los lugares recónditos de la isla.

Feliz día del trabajador ,1º Mayo, a todos y a ti también. Que nos lo hemos ganado.

jueves, 23 de abril de 2009

martes, 14 de abril de 2009

Biblioteca Digital Mundial (WDL)

El 21 de abril se inagura la nueva Biblioteca Digital Mundial (WDL) que funcionará en siete idiomas: árabe, chino, español, francés, inglés, portugués y ruso. De forma gratuita se podrá consultar por internet manuscritos, mapas, libros raros, partituras musicales, grabaciones, películas, fotografías, dibujos arquitectónicos y otros importantes materiales culturales.

Es un proyecto realizado bajo la coordinación de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos de América, en el que han colaborado 32 instituciones. Se podrán consultar documentos únicos de otras bibliotecas y archivos de todo el mundo.

Y quién sabe a lo mejor se puede consultar Hamlet en portugués y árabe a la vez, leer Noches blancas de Dostoievski en chino, ver la reciente película Heena Maysara con su primera escena lésbica del cine egipcio, los manuscritos de la Bibliotheca Alexandrina o el mapa de China durante el reinado de Qin Shi Huang.

La cita es el martes 21 de abril.

lunes, 6 de abril de 2009

La flor del cerezo

Los cerezos florecen de finales de marzo a primeros de abril. En Japón, reservan con antelación sitios bajo los cerezos para hacer picnic con la familia y admirar de cerca el manto de flores blancas y rosadas.

La flor del cerezo es tan efímera que hay que estar muy atento para no perderse la floración. Si se te pasa la ocasión tendrás que esperar un año entero o quizá toda la vida para contemplarlo.

Las fotos las tomé el año pasado en el Valle del Jerte, a la entrada de la Garganta de los Infiernos, a finales de marzo. Y no sé cuando volveré a verlo.




jueves, 2 de abril de 2009

MUCHAS FELICIDADES Señor Andersen

(Carta para ser leída a los niños en la Bilioteca Pública de Tenerife en la celebración del 204 cumpleaños de Andersen antes de cantarle el cumpleaños feliz, soplar las velas y comernos la tarta de chocolate blanco).
Soy la Maga Trapisonda, pero me puedes llamar Bea que es como me conocen en casa. Quería que supieras que me gustan tanto tus cuentos que de niña me los leía antes de dormir y que ahora de mayor se lo cuento a otros niños. La semana pasada estuve con varios de tus hijos en la Biblioteca: El muñeco de nieve, La niña de los fósforos, Pulgarcita y La dama de los hilos. Y todos, todos, te envían un beso de cuento muy grande. Y sabes:

El Patito feo ni es tan feo ni tan pato. Es un cisne hermoso que tiene enamoradas a todas las patas.

La sirenita vive cerca del mar en Copenhague y está preparando la maleta porque se va de viaje a China, a la Exposición Mundial de Shanghái del 2010. En China se alojará en el palacio imperial donde vive El ruiseñor, al que hace muchos años que no ve.

La Reina de la Nieves y su pollo blanco querían estar aquí, por tu cumple, pero no pudo ser porque temían derretirse con el calor de Tenerife.

El soldadito de plomo sigue junto a la chimenea en forma de corazón junto a su bailarina, que ya no es bailarina sino una lentejuela.

La princesa del guisante, aún guarda el guisante en la cajita de diamantes que tiene sobre la mesilla de su habitación de palacio. Y todas las noches, una criada le estira la cama porque no puede dormir con arrugas en las sábanas.

Y el emperador desde que se burlaron de él por ir desnudo en el desfile lleva siempre un bañador debajo de su traje real. Por lo que pueda pasar.

Todos te deseamos un FELIZ CUMPLE y que cumplas muchos más.

lunes, 30 de marzo de 2009

Apagón de 6 horas

Hace cuatro días un rayo cayó en la central eléctrica de Caletillas y dejó a toda la isla de Tenerife sin luz. Eran las 11 de la mañana y estaba a punto de guardar en el disco duro los cambios de un nuevo relato cuando me llamó mi padre al teléfono: “Hola, ¿cómo est…?" Y se produjo el apagón. El relato se fue a la mierda.

Y salí bien parada. El tranvía se quedó detenido en el cruce próximo al Museo de la Ciencia paralizando el tráfico hacia La Laguna.

Pero eso no fue nada, los semáforos también se apagaron y una moto chocó frontalmente con una furgoneta. La cabeza de Alfonso rebotó en el cemento del bordillo. Fuera del casco.

Tuvo más suerte que Patricia que estaba siendo operada de corazón abierto en el hospital de Candelaria. En el momento de colocarla la válvula de metal se fue la luz del quirófano y se apagó la máquina de respiración asistida. El generador tardó 43 segundos en ponerse en marcha.

Siete exánimes minutos quedó Montse atrapada en el ascensor con su violador y asesino. Iba a visitar a su hermana Patricia al hospital.

La luz llegó a casa seis horas después. Yaiza seguía balanceando sus pies en un banco a las puertas del colegio. Esperaba que su papá Alfonso viniera en moto a recogerla.

viernes, 13 de marzo de 2009

Por qué no hay que asustar a un pulpo antes de cocinarlo.

Tenía mono de pulpo, de verdad. Me moría por comer pulpo. Pulpo cocido con pimentón y aceite. Pulpo. Qué rico. Busqué en internet y leí en una receta de Arguiñano que antes de cocinarlo había que asustarlo tres veces. Así que metí al pulpo en el bolso y me lo llevé al tren de la bruja. Tres vueltas. Las conté, una detrás de otra. Tres. Con tanto escobazo en la cabeza y tanta vuelta acabé mareada. Y cuando me quise dar cuenta el pulpo, el muy canalla, había huido del bolso. De puro susto, digo yo. O para vomitar. Vete a saber. El caso es que le llamé por megafonía. Pero nada, no lo encontré. Volví a casa y calenté dos litros de agua con la esperanza de que el pulpo regresara por su cuenta y me lo pudiera comer de una vez por todas. Y llegó, pero maltrecho. Había perdido un tentáculo en una reyerta callejara por culpa de una sepia. Y allí estaba, en la puerta, abrazado a la sepia.

La sepia se hace a la plancha, pensé. Y calenté la sartén. Pero el pulpo se negó a separase de ella. Querían morir juntos. Y como no tenía ni idea de cómo cocinarlos a la vez los metí en la pecera bola de Lucas mientras buscaba una receta de pulpo con sepia. Pero el pobre Lucas sufrió un infarto cuando vio semejantes bichos dentro de su pecera. Lo saqué. A Lucas. Y lo primero que se me ocurrió fue hacerle el boca a boca, pero mi boca era demasiado grande para él. Por eso lo lancé al agua hirviendo de la olla que debía ser para el pulpo y que ahora sería de Lucas. Para revivirlo. Lucas abrió la boca. Una vez más, solo. Me negué a que se muriese y lo saqué con unas tenacillas de la cazuela y le di electroshocks en la sartén. Se quemó. Lloré tanto, tanto. En ese momento sólo quería pisotear a ese maldito pulpo cojo y a esa sepia de moral distraída que vete a saber de qué mar habría salido.

Se murió Lucas. Mi Lucas. No pensé en hacerle entierro y mucho menos en comérmelo. ¿Por qué clase de pervertida me tomas? No. Le llevé al baño y le rocié con laca fuerte de pelo. Lucas se quedó en rigor mortis con ese color marrón oscuro de pez muerto abrasado. Cogí pegamento y le soldé en la pared de cristal de la pecera. Mientras, el pulpo se abrazaba a la sepia en un estrangulador beso.

Ilustración de Albeto Cerriteño

lunes, 9 de marzo de 2009

Cactus patógeno

Fui al médico por un extraño picor en la mano al pincharme con un cactus. Algo sin importancia, me dijo el médico de familia tras examinar mi dedo hinchado. Pero no debió de verlo tan claro cuando me envió al dermatólogo. Quiero una segunda opinión, me aclaró. Y cerró el libro de consultas. Me dieron cita para dentro de un 1 año y 10 meses. Volví a casa resignada. Pero al cabo de un mes regresé al consultorio médico. No solo no se me había ido el picor sino que se había agravado con un sarpullido de manchas blancas por todo el brazo. El médico tras examinarlo a cierta distancia me recetó un corticoide. Intentó tranquilizarme diciéndome que mi vida no corría peligro, y que en 1 año y 9 meses me vería el dermatólogo y todo se solucionaría.

Pero no fue así. Dos meses después la mano se había hinchado de tal manera que los dedos estaban pegados los unos a los otros como un muñón. Perdí la sensibilidad al calor y al frío y junto a las manchas blancas surgieron ampollas que se transformaron en pústulas. El picor no remitía y la infección era ya un ejército imparable que atacó mi cara y bajó amenazante hacia los pies. Mi cuerpo, un gran cilindro al que le salían tubos ramificados, estaba lleno de verrugas grises con puntos amarillos. El día que la primera pústula estalló, el dolor fue tan agudo que apreté de golpe los dientes sin poder evitar morderme la lengua que se partió en dos. Dejé de hablar. De la primera ampolla gris que reventó despuntó un pincho al que siguieron muchas más espinas por todo el cuerpo. Me desnudé frente al espejo y comprendí que me estaba convirtiendo en un cactus.

A duras penas caminé hacia el jardín. Cogí la azada con mis dedos deformados y cavé un agujero entre la hierba, al lado de los geranios. Y allí mismo, frente al mar, me planté.

sábado, 7 de marzo de 2009

Cuentacuentos en Tenerife

Beatriz Montero (La Maga Trapisonda) regresa con sus cuentos y secretos.
Sábado, 7 de marzo a las 11:30h en la Biblioteca Pública de Santa Cruz de Tenerife.

- "Cuentos y secretos de La Maga Trapisonda" por Beatriz Montero.
- Espectáculo de cuentacuentos infantil y familiar.
- Lugar: Sala Polivalente Infantil y Juvenil. C/ Comodoro Rolín, 1. Santa Cruz de Tenerife.

Para ver la programación de la Biblioteca del mes de marzo pincha aquí.

lunes, 2 de marzo de 2009

Efecto mariposa

La mariposa aleteo y el suelo comenzó a temblar. Marta cayó al suelo y la carta que tenía en sus manos cayó y rodó por el suelo hasta parar en la puerta de la casa de enfrente. El vecino frenó en seco pero fue demasiado tarde, Marta yacía bajo los neumáticos. Con el chirrido del coche la mujer del conductor salió de la casa y encontró la carta junto al felpudo de la puerta. La abrió creyendo que era para ella. "Te dejo", es lo único que estaba escrito. La mujer miró a su marido, su marido miró a la muerta y una mariposa se posó en el capot del coche.

lunes, 23 de febrero de 2009

Carnaval 2009, Santa Cruz de Tenerife

La música no hay quien la pare. Las calles están llenas de policías en tanga, conejitas semidesnudas saltando al ritmo de salsa, osos con cervezas, niños supermanes haciéndose fotos con un Robocop plastificado, reinas montadas en carrozas con grandes plumas de pavo real y brillantina, comparsas a ritmo de tambor, hombres disfrazados de monjas con piernas peludas bajo minifaldas comprimidas. Suenan pitos y panderetas. Al fondo de la calle Castillo, sentadas en un banco de madera, cinco adolescentes vestidas de brujas corean una canción de moda y se colocan pelotas de tenis en los sujetadores. Los cuerpos vibran con la música ente risas, tocamientos y bromas. No hay rincón en el que no te asalten para cortarte un brazo con una espada de juguete o que te lleven la mano hacia unas tetas de plástico.

La música no hay quien la pare. Uno no camina, mueve el cuerpo a ritmo de salsa o rock. El carnaval ha infectado todo el centro de Santa Cruz desde la plaza Weyler hasta la zona marítima. Por todas partes hay improvisadas barras de bar y altavoces escupiendo a todo volumen música. Música que se entremezcla con la del otro altavoz clavado a escasos metros de distancia.

En la plaza de la Candelaria y en la del Príncipe, los grupos de música tocan sin descanso, uno detrás de otro, hasta el amanecer. Todo el mundo va disfrazado. La gente bebe alcohol en vasos de plástico y los chicos mean con descaro en las esquinas, mientras ellas se suben la falda a escondidas tras una amiga.

Huele a perrito caliente, cebolla frita y arepas. Y cuando uno cree que nada puede perturbar la fiesta, en mitad de la plaza, irrumpe un coche de bomberos haciendo sonar sus sirenas. No es un disfraz, ni una carroza, es un coche de bomberos de los de verdad. Los músicos dejan de tocar. Los osos, esqueletos, enfermeras en minifalda, gatas silvestres, y leñadores dejan paso a los bomberos. Y en cuanto el camión rojo de bomberos dobla la esquina y se aleja entre palmeras, los vampiros, sirenas, caperucitas y chinos juntan sus cuerpos y se dejan de nuevo envolver a son de salsa. La música no hay quien la pare.

jueves, 19 de febrero de 2009

Mar rizada

En los días claros, como hoy, veo la punta de la isla, Buenavista del Norte donde está el faro. Y si las nubes se van a merendar, entonces se vislumbra la isla de La Palma. El horizonte es un mar azul intenso si el día es soleado, o azul descolorido si está gris. No hay ni un barco. Las corrientes marinas hacen que el norte de la isla no sea ruta de navegación. Aquí, las corrientes te llevan sin remedio a América, a mar abierto. Por eso, no llega ni una patera a la zona norte, sino al sur.

Al sur, al puerto de Santa Cruz, llegaron Colón, piratas y almirantes ingleses, y en 1939, recién acabada la guerra civil, el Primer Crucero Azul de España así venía escrito en letras grandes en la popa del buque Cabo San Antonio, que venía desde Buenos Aires y que se hundió al año siguiente a 300 millas de Canarias por un incendio. Eso sí, sobrevivieron todos los pasajeros.

Ese crucero pretendía ser la gloria del régimen franquista. Era un crucero de Buenos Aires a Cádiz que hacía varias escalas, entre ellas Tenerife. Una vez en Cádiz llevaban a los pasajeros durante 12 días en autobuses por Sevilla, Toledo, Madrid y el norte de España. Eran recibidos por el general Moscardó y Franco. Una de las atracciones era visitar las rutas de guerra y la otra los monumentos del país, que en ese año estaban hechos un guiñapo. Y vuelta a América con el mismo navío que les había traído. Menuda campaña propagandística.

Pero aquí en el norte, solo he visto dos barcos navegar en los dos últimos meses. Uno al mes. El primero fue un velero que se debió de perder a razón de la lentitud y las maniobras de vela que hacía. Se notaba que le costaba un triunfo navegar contra corriente. El otro ha sido esta mañana, un barco militar que más bien parecía un barco pirata, sin bandera, como si eso le camuflara. Ha estado toda la mañana, y aún sigue, patrullando de derecha a izquierda y viceversa desde Buenavista del Norte a Punta Hidalgo y vuelta a empezar. Sospecho que patrulla para controlar el contrabando, porque aquí, como he dicho antes, nada de pateras, barcos, lanchas, barquitas a remos, ni ballenas. ¿Y si avista piratas?

viernes, 13 de febrero de 2009

Cocido de gato

En el taller de cuentacuentos, Ángeles nos contó que teniendo ocho años su abuelo Carlos, al que su hermano y ella llamaban Carlitos, les pidió que vigilaran la olla del cocido mientras el salía a comprar el pan. Su hermano, Gregorio, un año menor que ella, miró la camada de gatitos recién nacidos y le preguntó: "¿Qué pasará si metemos un gatito en la olla?" Y antes de que ella respondiera, lanzó a uno de ellos dentro. El pobre gato no llegó a chillar, murió en el instante. Y la sopa de cocido siguió hirviendo. “¿Y si metemos otro?“, Gregorio miró travieso la prole de gatitos. Pero en ese momento entró el abuelo Carlitos y se acabó la fiesta. Ninguno de los dos le dijo nada y el cocido siguió burbujeando.

En la comida, Carlitos metió el cazo dentro de la olla y sirvió la sopa. Por fortuna, el abuelo no vio el gato, por lo que Ángeles y su hermano tuvieron que disimular las arcadas que les daba comer cocido de gato. El abuelo, que no sospechaba nada, se lo comió como si tal cosa. Y le debió de gustar, porque fue a repetir y Gregorio, que no pudo controlar el miedo que le entró al pensar en el castigo que le esperaba si el abuelo descubría el pastel, dijo al borde del llanto: “¡Ay, Carlitos, que ya sale!”. El abuelo metió el cazo en la olla y sacó una patata. “¡Ay, Carlitos, que ya sale!”. Y esa vez pescó un trozo de tocino. “¡Ay, Carlitos, que ya sale!”, gritó cuando del cazo asomó la cabeza del gatito muerto. Ángeles tuvo náuseas al ver salir del perol al gatito lleno de pelos, mojado y rebozado de fideos. El abuelo Carlitos apretó los dientes y les hizo repetir plato como escarmiento. Ángeles, cincuenta años después, sigue siendo incapaz de probar una cucharada de sopa.

domingo, 1 de febrero de 2009

El viento


El viento azota el norte de Tenerife. Las puertas de cristal de casa tiemblan. El sauce llorón del jardín y la palmera del vecino están doblados. Hemos atrancado la puerta de entrada con una silla. Llueve. El agua de lluvia se cuela por las rendijas de la puerta principal y de las ventanas que hemos tapado con toallas. Y el silbato del viento no cesa.

El tiempo ha enloquecido. Esta mañana tomaba un café al aire libre en una terraza del Puerto de la Cruz, mientras una pareja de alemanes se untaba crema solar por las piernas.

Pero no hemos vivido lo peor. Peancha dice que una vez al año, que suele ser en febrero, en el norte de la isla hay tales rachas de viento que se pide a la población que se atrinchere en casa unos días. Nada de compras en Carrefour, ni tomar el sol en la playa, ni ir al cine, ni copeo con los amigos. Es el momento de encerrar en el sótano a los enanitos del jardín, a la sirena de escayola que adorna la piscina, a la fuente de piedra cartón del jardín, y a la Virgen de la Candelaria sujeta por un clavo en el portón de la entrada, antes de que el viento caliente o el furioso mar los engulla.


viernes, 9 de enero de 2009

Tengo tres mamás


Mi libro infantil “Tengo tres mamás” está dentro de la Exposición itinerante sobre literatura infantil y familias diversas subvencionada por el Ministerio de Cultura y organizada por la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB). Empezó en Madrid el 23 de diciembre y seguirá por distintas ciudades del Estado. La exposición está pensada para que los niños se vayan familiarizando con los distintos modelos de familia: emigrantes, separados, homosexuales, reconstituidas, discapacitados, entre otros.

Enhorabuena a FELGTB por esta bella propuesta y por la valentía de llevarla a cabo, que no es nada fácil. Gracias por contar conmigo. Es un placer.

lunes, 5 de enero de 2009

La herida Gaza

Hace siete años, Nata me llamó desde Ramala para felicitarme por mi cumpleaños. Ella trabajaba en la Cruz Roja y me estaba contando entre risas como había decorado su nueva habitación con cartones de leche cuando se escuchó una explosión al otro lado del teléfono. Le siguió un efímero silencio como si la gravedad hubiera succionado un edificio. Enseguida llegaron unas interferencias y después se cortó la línea.

Seguí agarrada al teléfono, no sé el tiempo, con la mirada fija en el televisor apagado, en parálisis. Me quedé bloqueada. Los cartones de leche pegados a la pared pasaban por mi mente como ráfagas de balas y la explosión seguía retumbando en mi cabeza. No sé cuánto tiempo pasó. No sé. Recuerdo que desperté con el sonido de mi móvil. Era Nata llorando, refugiada bajo una endeble camilla de urgencias. Pude oír cómo se sorbía las lágrimas al decirme que los estaban bombardeando. Un infernal ruido de sirenas se filtraba entre sus palabras. El ejército israelí había decidido que el estrecho parque que separaba una guardería de la Cruz Roja era el lugar desde el que Hamás había lanzado su último cohete casero. "Pero no es cierto", me gritaba Nata, "no es cierto". Y la comunicación volvió a cortarse.

Dos días después en una rueda de prensa el ejecutivo israelí admitió un error en el cálculo de coordenadas que se había saldado con ocho muertos, entre ellos dos niños que pasaban por allí. No fue un ataque sino una advertencia a Hamás, aclaró un mando israelí a los medios. Claro que Hamás también causó bajas israelís, dos heridos para ser exactos, con sus cohetes tras el muro de hormigón que los aísla del mundo.

Nata regresó a Madrid y no ha vuelto a esa gran prisión en la que se ha convertido Palestina. Siete años después de esa llamada de teléfono es Gaza la que ahora agoniza entre casquetes y escombros, con tanatorios improvisados en aceras y hospitales desbordados de cuerpos mutilados. Hoy, ya son 535 los palestinos muertos. Israel planea un nuevo ataque militar en Gaza que ha bautizado como “Arrancar de raíz” y ya el nombre hace temblar.

Oigo las noticias y la boca se me entumece. No puedo evitar acordarme de aquella llamada de Nata y de su hipo entre palabras al otro lado de la línea.