En los días claros, como hoy, veo la punta de la isla, Buenavista del Norte donde está el faro. Y si las nubes se van a merendar, entonces se vislumbra la isla de La Palma. El horizonte es un mar azul intenso si el día es soleado, o azul descolorido si está gris. No hay ni un barco. Las corrientes marinas hacen que el norte de la isla no sea ruta de navegación. Aquí, las corrientes te llevan sin remedio a América, a mar abierto. Por eso, no llega ni una patera a la zona norte, sino al sur.
Al sur, al puerto de Santa Cruz, llegaron Colón, piratas y almirantes ingleses, y en 1939, recién acabada la guerra civil, el Primer Crucero Azul de España así venía escrito en letras grandes en la popa del buque Cabo San Antonio, que venía desde Buenos Aires y que se hundió al año siguiente a 300 millas de Canarias por un incendio. Eso sí, sobrevivieron todos los pasajeros.
Ese crucero pretendía ser la gloria del régimen franquista. Era un crucero de Buenos Aires a Cádiz que hacía varias escalas, entre ellas Tenerife. Una vez en Cádiz llevaban a los pasajeros durante 12 días en autobuses por Sevilla, Toledo, Madrid y el norte de España. Eran recibidos por el general Moscardó y Franco. Una de las atracciones era visitar las rutas de guerra y la otra los monumentos del país, que en ese año estaban hechos un guiñapo. Y vuelta a América con el mismo navío que les había traído. Menuda campaña propagandística.
Pero aquí en el norte, solo he visto dos barcos navegar en los dos últimos meses. Uno al mes. El primero fue un velero que se debió de perder a razón de la lentitud y las maniobras de vela que hacía. Se notaba que le costaba un triunfo navegar contra corriente. El otro ha sido esta mañana, un barco militar que más bien parecía un barco pirata, sin bandera, como si eso le camuflara. Ha estado toda la mañana, y aún sigue, patrullando de derecha a izquierda y viceversa desde Buenavista del Norte a Punta Hidalgo y vuelta a empezar. Sospecho que patrulla para controlar el contrabando, porque aquí, como he dicho antes, nada de pateras, barcos, lanchas, barquitas a remos, ni ballenas. ¿Y si avista piratas?
Al sur, al puerto de Santa Cruz, llegaron Colón, piratas y almirantes ingleses, y en 1939, recién acabada la guerra civil, el Primer Crucero Azul de España así venía escrito en letras grandes en la popa del buque Cabo San Antonio, que venía desde Buenos Aires y que se hundió al año siguiente a 300 millas de Canarias por un incendio. Eso sí, sobrevivieron todos los pasajeros.
Ese crucero pretendía ser la gloria del régimen franquista. Era un crucero de Buenos Aires a Cádiz que hacía varias escalas, entre ellas Tenerife. Una vez en Cádiz llevaban a los pasajeros durante 12 días en autobuses por Sevilla, Toledo, Madrid y el norte de España. Eran recibidos por el general Moscardó y Franco. Una de las atracciones era visitar las rutas de guerra y la otra los monumentos del país, que en ese año estaban hechos un guiñapo. Y vuelta a América con el mismo navío que les había traído. Menuda campaña propagandística.
Pero aquí en el norte, solo he visto dos barcos navegar en los dos últimos meses. Uno al mes. El primero fue un velero que se debió de perder a razón de la lentitud y las maniobras de vela que hacía. Se notaba que le costaba un triunfo navegar contra corriente. El otro ha sido esta mañana, un barco militar que más bien parecía un barco pirata, sin bandera, como si eso le camuflara. Ha estado toda la mañana, y aún sigue, patrullando de derecha a izquierda y viceversa desde Buenavista del Norte a Punta Hidalgo y vuelta a empezar. Sospecho que patrulla para controlar el contrabando, porque aquí, como he dicho antes, nada de pateras, barcos, lanchas, barquitas a remos, ni ballenas. ¿Y si avista piratas?
1 comentario:
Qué envidia de paisaje...
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