domingo, 27 de enero de 2008

Rollitos chinos fritos

Hace cinco años dejé de escribir mi diario y hoy vuelvo a él con los oídos taponados después de dos horas de viaje con la ventanilla abierta del coche. Anoche rompieron el cristal del copiloto para robar: ta, ta ,ta, chán (redoble de tambores) una bolsa de cacahuetes. Y casi me da pena, de verdad. Tanto esfuerzo para quedarse solo con unos cacahuetes rancios, porque la bolsa llevaba allí ni sé el tiempo.

Al menos se podían haber llevado los CD’s, el cargador del móvil o la bolsa de maquillaje que estaba en la guantera.

-Y para qué iban a querer eso -me pregunta Emi.
-Pues para regalárselo a la novia -le respondo.
-Que te crees tú -añade Enrique- que un tío que va con una barra de metal rompiendo lunas de coche va a tener novia. Y en caso de tenerla seguro que no usa perfume.

En este punto, el tipo me dio más pena. Me le imaginé, tirado en el suelo devorando los últimos cacahuetes reblandecidos. Con la jeringuilla a un lado ensangrentada.
Y me vino a la memoria Fernando. Fernando estuvo dos meses perseguidos por los yonkis del barrio del Carrascal en Leganés. Le esperaban en el portal de su casa con una navaja en la mano, que nunca utilizaban. Porque Fernando, que ya se lo sabía, llevaba siempre algo de dinero para darle al yonki que le asaltaba en el portal. Y como era muy previsor, antes de salir de casa escondía dentro de los calcetines unas monedas. Las monedas iban bailando entre los dedos del pie y el talón. Y no las rescataba hasta que llegaba al bar de la facultad. Desataba el zapato. Se quitaba el calcetín delante de la cajera y sacaba dos euros y cincuenta céntimos para pagar el bocata de tortilla con pimientos verdes.

La voz se fue corriendo entre los yonkis de los otros barrios de Leganés: San Nicasio, Zarzaquemada, La Fortuna, El Candil, Quinto Centenario, Los Frailes…

-Eh, colegas. Hay un menda en el portal 36 que sin sacarle la navaja te da algo pa’ picarte.

Llegaron a atracarle tres veces seguidas en el portal. Si es que así no hay manera de ahorrar, nos decía Fernando agobiado.

9 comentarios:

Enrique Páez dijo...

Como coja al yonqui de la barra, se va a enterar. ¡Quiero mis cacahuetes!

Emilio Montero dijo...

Mira mira como yo le pille le muerdo el escroto y se lo escupo a la cara.
Encima de ir corriendo por la ciudad a buscar un taller donde cambiar la ventana, tuve que ir corriendo a llevarte a la contada, me encerraron sin poder verte...
Tuve que cargar con un maleton azul que no veas, darme un carrera para pillar la insulina, pagar la comida para llevar, y hacer de manitas sobre el coche (aunque me gusta) y ademas me quede sin poder ir al pueblo...
Lo de morder el escroto queda muy muy muy lejos de lo que haría...

Mira mejor ni me paso por el centro de la ciudad por si le veo...

Beita dijo...

Los yonkis de Leganés me han llegado al alma...

Qué bien te ha quedado el Wok al curry !!!

Beatriz Montero dijo...

Muchas gracias, Beita. Y gracias a Emi, que es verdad que le dimos la mañana. Por cierto, no te pagamos la comida. Queda pendiente. Y muchos besitos para Enrique, que también se lo curró llevando el coche a varios talleres para conseguir otra luna. Mañana te compro otra bolsita de cachuetes. Y a Jose (que no ha respirado aún) pero que también estuvo de procesión con Enrqiue.

Emilio Montero dijo...

MIra con el dinero de la comida, contratar a un detective para que de dos leches al "pollo" de la ventana...

Besos

Pableras dijo...

Bienvenida a la blogosfera Bea, te invito a ti también a que visites mi blog http://paseandoconpableras.blogspot.com

Besos

Beatriz Montero dijo...

Gracias Pableras. He visitado tu blog. Te has vuelto todo un poeta.

Anónimo dijo...

Todos los dias que salgo con "Hercules" a darle el paseo por los alrededores, rara es la vez que no veo un coche con el cristal roto, como el vuestro, siempre me hago la misma pregunta,¿que buscan?, porque todos dicen que no han robado nada,todo revuelto, tirado por el suelo, pero no se han llevado nada. Me gustaria saber que buscan
Jose

Beatriz Montero dijo...

Eso mismo me pregunto yo.