Llegando al final de nuestro viaje de tres meses por Estados Unidos hicimos parada en Philadelphia. Recorrimos en coche 20.036 km y 32 estados. Más de la distancia que hay entre Madrid y Nueva Zelanda. Total nada.
Hacia meses que estaba anunciado en Philadelphia Storytelling Guild nuestra presencia el 18 de diciembre, donde contaría cuentos en inglés a las 20h organizado por Dennis Strain. Pero antes habíamos quedado a las 15h para tomar un café con Megan Hicks y a las 18h cena en casa de Vernyce Dannells (en Estados Unidos se cena pronto).
Salimos de la autopista rezando a Hegel para no tener un accidente. Conseguimos llegar a una gasolinera. Llamamos a la compañía de alquiler de coche. Nos ofrecieron dos opciones, ambas teníamos que pagarlas nosotros. Opción A: esperar que una grúa viniera a remolcarnos y que tardaría dos horas en llegar porque estábamos en a tomar por saco de su oficina, y opción B: comprar un spray reparapinchazos lo cual nos daría 15 minutos de margen para llegar a un taller próximo antes de que se volviera a desinflar. Optamos por la segunda opción, más económica y rápida. Llamamos a varios talleres. Todos estaban a tope de trabajo. Y nosotros a punto de desesperarnos. Hasta que el quinto taller nos dijo que nos atendía esa tarde. Lo peor era que se encontraba bastante alejado de la gasolinera donde estábamos. Inflamos la rueda. Bueno, Enrique infló la rueda. Volvimos a rezar a Hegel y cuando llegamos al taller eran las 14h.
Llamamos a Megan porque nos retrasaríamos y mucho. Llegamos a las 17:05h. Fue un encuentro rápido pero precioso. Y con las prisas y la emoción olvidamos hacernos una foto. De allí llegamos corriendo y aturdidos a casa de Vernyce. Y después, a contar cuentos. Pero eso sí, el besazo y el abrazo de cariño de Vernyce y contar cuentos me devolvieron a la vida. Fue una noche estupenda. Thank you all fot that magic evening!
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