sábado, 12 de diciembre de 2009

En la Plataforma de apoyo a Aminetu Haidar en el aeropuerto de Lanzarote

Ahora que tengo un ratillo libre, os cuento que el jueves 10 de diciembre Erique y yo nos incorporamos a la Plataforma en apoyo de Aminetu Haidar en el aeropuerto de Lanzarote. Buen clima, sol, caras cansadas y tensión. Los días pasan y la salud de Aminetu se debilita. Nos acogieron con mucho cariño, y eso da fe del buen ambiente que hay y las ganas que ponemos todos en la causa.
Nosotros aterrizamos a las 8 de la mañana. A esa hora el aeropuerto estaba despertándose. Apenas había gente. Por el camino nos encontramos con Inés, la abogada de Aminetu, y Omar con los que charlamos durante unos minutos de camino al lugar donde está la plataforma de apoyo.

La plataforma trabaja en una oficina improvisada en la estación de autobuses de la Terminal 2, al aire libre. Solo hay dos tableros blancos apoyados en borriquetas con sillas de plástico alrededor. Los teléfonos no dejan de sonar. Enrique desenfundó el ordenador y comenzó a redactar la primera nota de prensa. En la foto se ve que ni se quitó la gorra.
Alrededor de la mesa nos encontramos con un Willy Toledo agotado, cara de dormir pocas horas, de sueños desvelados y colchón incómodo. Al resto de la plataforma: Viví, Fernando, Hamudi, Edith y unos cuentos más también se les notaba cansados. Se turnan para dormir en el cuarto donde están las máquinas expendedoras de bebidas, un cuarto de apenas 15 metros cuadrados contiguo al habitáculo donde está Aminetu Haidar. Intentan hablar en voz baja para no molestarla.

Aminetu Haidar está dentro de una “habitación” sin ventilación que le han cedido en el aeropuerto. Es el cuarto donde se guardaba el equipaje. Las puertas de cristal se han tapado con papel de embalar marrón para proteger su intimidad y su descanso, si eso fuera posible en medio del ruido de autobuses, cruce de aviones aterrizando y despegando, pasajeros que hacen cola para subir a los autobuses, y los periodistas que se acercan para cubrir la noticia.
Dejamos la maleta en la habitación contigua donde duermen algunos de la plataforma. La dejamos en un rincón entre los cinco colchones amontonados de pie contra la pared y la máquina de bebidas.
Aminetu Haidar duerme poco, y solo sale de la habitación en contadas ocasiones para ir al baño de la estación.
El 10 de diciembre, día Internacional de los Derechos Humanos, llegaron eurodiputados a apoyar a Aminetu Hiadar.
Los periodistas fueron apareciendo y a las 11 h aquello era un hervidero de cámaras, micros, mochilas y cables recorriendo el suelo.

Yo estaba charlando con Fátima hasta que le sonó el teléfono. Los teléfonos están al rojo vivo, cuando no suena uno, es otro, o todos a la vez.
Se tenía previsto que a las 11:30 h saliera Aminetu para la rueda de prensa, pero las fuerzas le flaquearon y se pospuso para las 12:15 h. Mientras tanto los periodistas se ponían de acuerdo sobre las preguntas que la portavoz de todos ellos le iba a hacer.

La voz de Aminetu es un hilo fino. Había que esforzarse para oírla. Es cierto que el ruido de fondo lo complicaba aún más. Menos mal que los micrófonos son potentes y lo recogen todo.


Después de la rueda de prensa los periodistas fueron recogiendo todos sus equipos para meterlos en las furgonetas.
Y sin quererlo, al día siguiente veo en la foto que hicieron a Aminetu Haidar del periódico El País que he salido, junto con otros cincuenta periodistas, en el centro de la foto.


POR UN SAHARA LIBRE

Fotos de Enrique Páez.

La primera fotografía que es mía y la última que es del El País.

1 comentario:

Belén dijo...

La verdad es que es una lástima lo que está ocurriendo con esta mujer, símbolo delSahara... y a nadie le interesa, oiga...

Besicos