lunes, 6 de abril de 2009

La flor del cerezo

Los cerezos florecen de finales de marzo a primeros de abril. En Japón, reservan con antelación sitios bajo los cerezos para hacer picnic con la familia y admirar de cerca el manto de flores blancas y rosadas.

La flor del cerezo es tan efímera que hay que estar muy atento para no perderse la floración. Si se te pasa la ocasión tendrás que esperar un año entero o quizá toda la vida para contemplarlo.

Las fotos las tomé el año pasado en el Valle del Jerte, a la entrada de la Garganta de los Infiernos, a finales de marzo. Y no sé cuando volveré a verlo.




12 comentarios:

Inma dijo...

Bea, que no te pilla tan lejos... Tomaté unas vacaciones y vé.Realmente son bonitos, sobre todo para los que no estamos acostumbrados a verlos.
Un beso

Inma dijo...

Joooo, es tilde mal puesta, me sabe mal haberla puesto, que mal hace. Bórrala.
Besitossssss

Beatriz Montero dijo...

Inma: no sé como quitar la tilde de tu comentario. Pero no te preocupes, a mí también me pasa. Besitos.

Belén dijo...

Ojalá lo veas lo antes posible...

Besicos

Arcángel Mirón dijo...

Una verdadera belleza.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

¡Qué maravillosa es la primavera!

Mi vida en 20 kg. dijo...

Precioso, al menos yo los he visto en tus fotos.

Beatriz Montero dijo...

Belén, Arcángel, Pedro y Mi vida: muchas gracias.

Recomiendo que vayáis a verlo. Es mucho más impresionante verlo en persona que en foto.

Tiburcio Samsa dijo...

Los petalos que caen de la flor del cerezo era una de las imagenes con las que se animaba a los kamikazes a que se identificaran. Una manera de verlo es una forma de manipulacion subliminal de la persona.

doble visión dijo...

Hermosa flor y deliciosos frutos...

ya me diste ganas de unas cerezas!

:)
marcelo

Beatriz Montero dijo...

Tiburcio: la historia de los kamikazes da para otro post ;) Espero que hayan bajado los calores por aquellas tierras.

Marcelo: yo aún no he visto ni una cereza en la isla. Pero estarán a caer en un par de semanas.

Andrés Portillo dijo...

Nunca serán la misma y siempre serán hermosas, eso es lo mejor de las floraciones. La primera vez que vi los cerezos en flor en el Valle del Jerte fue hace diez años. Por aquel entonces mi vida atravesaba un otoño demasiado largo, desde entonces me abundan las primaveras. Será casualidad..., ¿o no?

Un beso