La mariposa aleteo y el suelo comenzó a temblar. Marta cayó al suelo y la carta que tenía en sus manos cayó y rodó por el suelo hasta parar en la puerta de la casa de enfrente. El vecino frenó en seco pero fue demasiado tarde, Marta yacía bajo los neumáticos. Con el chirrido del coche la mujer del conductor salió de la casa y encontró la carta junto al felpudo de la puerta. La abrió creyendo que era para ella. "Te dejo", es lo único que estaba escrito. La mujer miró a su marido, su marido miró a la muerta y una mariposa se posó en el capot del coche.
9 comentarios:
Chachi
Cuánto misterio tienen las mariposas.
Buf, una mariposa y reúne las fuerzas... sublime...
Besicos
Conmocionada me has dejado :-)
Me pregunté: Si una mariposa bate las alas en Nueva York y provoca un terremoto en Pekín, ¿qué ocurrirá si doy un puñetazo fuerte en la mesa?
Lo di. Mi mujer gritó desde la habitación de al lado: "No hagas ruido, que los niños están intentando dormir".
Soy como la mariposa. Mis acciones también tienen efecto en la distancia.
Tiburcio: jejeje, nunca dudé de tu fuerza.
Muchas gracias a todos.
Y así es con todo, Bea.
:)
Me gustó mucho.
Estupendo micro, Bea. Has captado nuestra atención con un “Ella” muy poderoso. La causa-efecto mariposa nos golpea al terminar de leer. “Las renuncias nunca deberían entregarse en mano ni escurrirlas por debajo de la puerta. Hay que dejarlas para el cartero”. Me ha encantado.
WoW!!!
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