domingo, 20 de abril de 2008

Almaty (Kazajistán)

En bizarros sin interrupción se está votando ahora por la ciudad más bizarra.

Desde aquí mi voto a la ciudad de Almaty, donde destinaron como ingeniero a mi hermano. Que se queja porque dice que nunca hablo de él en el blog.

Éste es el testimonio de Emilio:

Para ciudad bizarra la mía.

Aún me acuerdo cuando me dijo mi madre:

-Yo voy a Almaty a verte.
-Mamá, que esta ciudad no es como Europa esto es Asia Central.

Pero nada, allá estaba yo esperando en el aeropuerto a unos padres ilusionados de ver donde vivía su hijo. Tardé solo 4 horas en enseñarles la ciudad.

¿Exagerado? Nada más lejos de la realidad. Almaty es una ciudad creada en la Unión Soviética que se quiere hacer un hueco en el mundo actual, un mundo 30 años adelantado.

-Papá, éste es el parque central, donde está la catedral y ahora nos vamos a ver la plaza de la República y terminado.

Lo mejor es cuando le enseñé a mi padre el calzado de nuestro taxista. ¡Descalzo! ¡Estaba descalzo el jodido! Y lo mejor es que frenaba el coche LADA -de hace 25 años- con el dedo gordo del pie derecho, qué caña.

La comida de este paí­s musulmán no tiene nada que ver con la que tenemos en occidente. Es una comida que se descubre hasta el tercer día. Ya que un paí­s que fue nómada toda su vida no puede tener una cultura culinaria.

Mi padre terminó su visita a la semana diciendo:


- Ay Emilio, ¿qué has hecho a tu empresa para que te trajeran aquí?

Y yo añado que a mi hermano se le ha olvidado decir que:

1.- Una de las exquisiteces de la comida del país son los huevos de caballo rebozados.

2.-Que las paredes de las casas son puro hormigón armado y no se puede clavar ni un triste clavo.

3.-Que solo hay 1 gran avenida bien asfaltada, donde están las embajadas y es el único lugar donde los ricos pueden pasear los ferraris. Que no pueden alcanzar más de 50km porque está lleno de semáforos.

4.-Que hace un frío de pelotas. Mínima -50º bajo cero y máxima -40º bajo cero, en invierno.

5.-Que hay un mercado central que consiste en angares con montañas de dos pisos de ropa, zapatos, bolsos, abrigos, amontonados encima del suelo. Todo de marca a precios chinos.

6.-Que son tan hospitalarios como pesados.

7.-Que las carreteras no tienen bollos sino cráteres en el asfalto.

8.-Que el chófer de Emilio iba armado hasta los dientes. Español=dinerito=soborno=dame todo lo que tienes cabrón o te meto en la cárcel.

9.-Jesús, un amigo y viajero solitario que se acababa de recorrer Libia, Irak, Irán y Afganistán, al visitar a Emilio en Almaty le dijo: tío, esto es feo de cojones.

viernes, 18 de abril de 2008

Fe


Leyendo la última candidatura de la ciudad más bizarra, dedicada a México, me acordé de una tarde calurosa en Oaxaca.

Para protegerme del calor asfixiante entré en la iglesia del poblado de Santa María del Tule en Oaxaca, México. Allí encontré un cartel escrito a mano encima de la pila bautismal, que decía:

"fabor de no vever el agua"

Así que ni la probé. Me senté en la última fila de bancos de la iglesia para descansar con la mirada perdida en un San Juan con rasgos aztecas. Solo estábamos una señora rezando y yo hasta que entró una pareja de indígenas descalzos.

Él se retiró el sombrero y se santiguó. Ella clavó una rodilla en el suelo y se santiguó también. La mujer cargaba a sus espaldas un bebé dormido sujeto por una gruesa tela de vivos colores. Se acercaron al San Juan Evangelista. Ella encendió una de las velas que había junto al Santo, mientras él se santiguaba una y otra vez.

El cura les vio desde la puerta de la sacristía y caminó hacia ellos. El sonido de lata vacía de la suela de madera de sus zapatos resonaba por toda la iglesia. De un soplo apagó la vela que había encendido la mujer. Les señaló un cartel que ponía “50 sentimos”, y les recriminó su conducta:

-Para platicar con Diosito hay que poner la moneda a la vela.

El hombre arañó bajo su poncho y sacó una moneda. Y allí quedaron los dos, arrodillados ante la vela con la cabeza del bebé colgando a la espalda de la mujer.

Y yo salí de allí, no fuera a ser que me multara por usar el banco sin fe cristiana.

domingo, 13 de abril de 2008

Silencio

Silencio, la función va a comenzar.

-¿Qué es silencio? -pregunta un niño.
-No hablar -contesta la madre poniendo el dedo en los labios.
-Y por qué no dice CÁLLATE.

El niño tenía razón, el silencio es "cállate". El silencio en sí no existe. Existe tu silencio, tu boca cerrada, tu inmovilización. Pero lo que te rodea sigue vivo y hace ruido.

En el último taller de cuentacuentos hicimos el ejercicio "del silencio". Se tumbaron sobre alfombras, con unos almohadones grandes bajo la cabeza. Como la sala era espaciosa estaban separados los unos de los otros al menos metro y medio. No se podían tocar. Apagué la luz y cerraron los ojos durante 3 minutos. Tenían que anotar en la cabeza lo que oían.

Escucharon el despertador del piso de arriba. La cafetera exprés del bar de enfrente. Los frenos de un coche. El pulsador del portero automático. Alguien golpeando con los dedos las ventanas del Taller al caminar. Unos tacones. Una bici. Los gritos de dos niños. Una madre llamando a uno de ellos. Dos señoras conversando. La puerta del portal cerrándose. Otro coche. Una sirena, de una ambulancia quizá. El rugir de una moto. Un grupo de jóvenes dando voces. El botar de una pelota. Agua bajando por las cañerías. Coches pitando a lo lejos. El movimiento de alguien de nosotros. Una respiración fuerte y prolongada. Otro coche.

Todo esto en tres minutos.

Se me hace difícil imaginar que pasará por la cabeza de un preso con ojos y boca tapada, en una celda húmeda sin saber dónde se encuentra, ni quien está al otro lado del muro.

viernes, 11 de abril de 2008

Ya no llueve

Hoy ha dejado de llover, menos mal. Ya podemos guardar las planchas de hierro que hicimos para evitar que el agua entrara en casa.

La casa está a escasos 5 metros del río. Además tenemos una presa hecha en el río que en estos casos hace una especie de embalse a lo bestia.

El año pasado llovió tanto que sólo faltó 15 centímetros, medidos con metro, para que el agua entrara en la cocina. Y en la televisión venga a salir noticias de casas inundadas, pueblos arrasados por riadas, gente ahogada. Y entré en pánico. Fue ahí cuando encargamos las planchas de hierro.

-Que eso es imposible, hombre –dijo el herrero- que el agua no va a entrar en la casa, te lo digo yo. Si entra, yo me afeito los huevos.

En fin, que aunque se empeñaba en que no hacía falta las planchas, terminó haciéndolas. Más que nada para dejar de oírme.


Este es el cauce normal del río, durante todo el año.

Y así estaba ayer. Es el mismo tramo del río que ves arriba.

El año pasado, el río arrastró troncos y más troncos de árboles enteros. En uno de ellos iban montados dos ratoncitos aterrados. Les hicimos una foto pero apenas se les ve. También bajó una lavadora, que no sé de donde pudo salir. Dos puertas de coche. Una vaca, como lo lees, una vaca viva. También se llevó a Ringo, que era un cachorro. Le rescatamos 500 metros río abajo.

Vamos, que por el río había más circulación que por el Mississippi de Huckleberry Finn.

martes, 8 de abril de 2008

Abracadabra

Jesús, un niño de 7 años del taller de magia que estoyimpartiendo en la Biblioteca Pública de Salamanca, se acerca con una sonrisa en la boca.

-Bea, se me olvidaba. Te he traído esto.

Y saca del fondo del bolsillo del pantalón una flor aplastada.

-Gracias, Jesús.

Eduardo que es un trasto, mira a Jesús, me mira, levanta una ceja y salta:

-Y yo, ¿puedo ser tu novio?

-Pelota -protesta Ana-. Beeaaa, Edu me ha pegado.

-Bueno, vamos a hacer la varita mágica.

-Mejor, me la llevo -dice Jesús que anda preocupado por el estado de la flor- y la meto en un vaso con agua para que reviva.

Al cabo de diez o quinde minutos, Jesús regresa con la flor dentro de un vaso de plástico con agua.

-El jueves arranco otra flor con tierra y raíces para que no se muera y te la regalo. ¿Vale?

-Vale

Eduardo vuelve al ataque.

-Y con esta varita –afirma- voy a convertir un pez en tiburón.

- Estupendo.

Eduardo regresa a su mesa con una sonrisa en los labios y pega un empujón a Héctor que protesta. Ana me pregunta si podrá convertir a su hermano en sapo. Sandra, que le escucha, grita que ella quiere convertir a su prima en mosca. Héctor, un jugete en descapotable.

-Pues yo, pues yo –interrumpe Sergio- quiero una nave espacial con dos asientos.

-Primero terminamos las varitas y luego hacemos experimentos -digo a los veinte niños.

Eduardo se levanta de la mesa de nuevo y se acerca a mí con la nariz arrugada.

-¿Y cómo voy yo a convertir el pez en un tiburón?

-Ya veremos.

Eduardo se queda un momento en silencio con la mirada perdida en la caja naranja y al final me dice:

-A lo mejor un tiburón es muy grande para mi habitación. Mejor le hago cocodrilo que será más fácil.

jueves, 3 de abril de 2008

Radio Hervás

Esta mañana Marcos me entrevistó en Radio Hervás. Abrió el espacio con "Cuéntame un cuento" de Celtas Cortos con Willy de Ville, que yo no conocía. Una buena versión.

Hablamos acerca de que:

  • Es necesario potenciar la animación a la lectura en Extremadura.

  • Se puede vivir del cuento.

  • Contar para niños es mucho más difílcil que contar para adultos.

  • Mi libro "Tengo 3 mamás" fue un escándalo en Villanueva de la Cañada y el alcalde prohibió literalmente que contara esa historia por subversiva.

  • Los cuentos populares y los contemporáneos no son incompatibles. A los niños les siguen gustando los cuentos de siempre: Los tres cerditos, Caperucita Roja, El gato con botas.

  • Las nuevas tecnologías se pueden compatibilizar con la escucha de cuentos.

  • No hay gran diferencia entre los niños de Madrid y los de Hervás. En ambos casos los niños tienen acceso a las nuevas tecnologías: internet, play, televisión; y una educación muy similar.

  • Los abuelos apenas cuentan cuentos a los niños. Pertenece más al mito que a la realidad.



    Marcos Díaz, para los que no le conocéis, es un hombre orquesta. Lleva la Radio de Hervás, es el encargado de sonido, el que hace las entrevistas, recopila las noticias de la comarca, lleva El Diario del Ambroz, escribe más de la mitad de los artículos y tiene tiempo hasta para entrevistarme.